Los préstamos en línea pueden ser el primer paso para conseguir objetivos positivos como lanzar un negocio, irnos de vacaciones de ensueño o aliviar la tensión financiera de tener que pagar gastos imprevistos, pero también puede salir mal, sobre todo si pasamos por ciertos "detalles" y compromisos.
Antes de pedir un préstamo, lo primero que solemos aconsejar es determinar cuánto dinero necesita y para qué. No pida más de lo necesario y no se endeude.
Además, evalúe su capacidad de pago. Tenga en cuenta sus ingresos mensuales, sus gastos y otros compromisos financieros. No acepte hacer pagos que no pueda permitirse.
Tras determinar su límite de endeudamiento y su capacidad para devolver el préstamo, tiene que investigar al prestamista. Investigue a fondo y evalúe las distintas posibilidades disponibles. La comprensión de las condiciones de cada prestamista le ayudará a elegir con conocimiento de causa.
Acuérdese de estudiar la letra pequeña en esta fase, así como los detalles de las circunstancias de cobro y el alcance de su flexibilidad con respecto a los pagos. Estos son los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta antes de presentar una solicitud de préstamo online.
- Tipo de interés: Revise detenidamente las condiciones del préstamo online. El tipo de interés es un factor importante a tener en cuenta, ya que afecta al coste financiero del préstamo, o a la cantidad que el prestamista le cobra por prestarle el dinero. Comprueba si entiende la fórmula y si el tipo es variable o fijo.
- Condiciones de devolución: Tenga en cuenta las condiciones de reembolso. Algunas empresas de tecnología financiera ofrecen condiciones de préstamo ajustables, lo que puede repercutir en el importe total de tus pagos.
- Cargos y comisiones: Examine cualquier coste adicional, como los relacionados con la originación, la administración o los retrasos en los pagos. Estos varian de una entidad a otra.